La tos es en realidad un sistema de defensa que nos permite mantener el aparato respiratorio despejado de suciedad y microorganismos y así intentar luchar contra cualquier agresión externa. Por lo mismo, es aconsejable no frenar la tos desde un comienzo, porque esta tiene una acción puntual que realizar.
La tos puede dividirse en:
- tos seca: la cual no produce ni flemas ni secreciones.
- tos productiva: la que expulsa secreciones y moco.
Si estás teniendo una situación de tos seca es recomendable que no tomes medicamentos sobre todo durante el día. Puede ser que tu médico te lo prescriba durante la noche para poder descansar
Hay varios motivos que nos pueden llevar a tener una tos del tipo seca. Con mayor frecuencia esta la encontramos provocada por gripe o resfriados fuertes, sin embargo también es posible ser causada por otras causas como por ejemplo gastrointestinales. Muchas veces la acidez que sube e irrita nuestra garganta nos produce una desagradable sensación que nos obliga a toser un buen rato.
En otros casos, también es posible que algunos fármacos antihipertensivos puedan producir una tos seca la cual puede llegar a durar más de 8 semanas, en estos casos la conocemos como tos crónica y es importante consultar a un especialista.
También los fumadores o personas alérgicas pueden sufrir de episodios de tos frecuente pero no es bueno considerarlo como algo normal por lo cual deben buscar un tratamiento médico que los alivie.
Un buen método para combatir un episodio fuerte de tos es tener una buena hidratación y preocuparse de tomar al menos dos o tres litros de agua diarios, de esta forma se mantiene la garganta hidratada. Algo que puede ayudarnos bastante es instalar un humidificador, a veces vivimos en ambientes secos y ese ambiente nos perjudica a la hora de controlar la tos seca.
Por otro lado, tenemos la tos productiva. Existe un número importante de personas que sufren constantemente de enfermedades musculares o patologías pulmonares de caracter obstructivo. Este grupo de personas siempre van a ser propensas de adquirir infecciones respiratorias graves como la neumonía.