La práctica del deporte o ejercicio con algún programa de trabajo se viene realizando desde tiempos remotos. Ya en la antigua Grecia, Galeno recomendaba alternar ejercicios fuertes e intensos con actividades más suaves y lentas las cuales tenían como prioridad principal fortalecer la salud, mejorar la estética, cultivar la auto imagen y la fuerza.
Hoy en día, es conocido que la práctica constante de algún deporte es una de las mejores alternativas para mantenernos jóvenes ya que ayuda a que mejoremos nuestro físico, nuestra mente y nos beneficia finalmente en el aspecto psicológico.
Existen además diversos estudios científicos los cuales demuestran que el cuerpo activa una fuerte respuesta hormonal que produce placer y bienestar cada vez que efectuamos una actividad física de más de 30 minutos de duración a un ritmo medio. Tradicionalmente esta sensación de bienestar está relacionada con la generación de endorfinas. Las endorfinas son neurotransmisores que disminuyen la sensación de cansancio a la vez que aumenta la sensación de placer con efectos similares al opio.
Se cree que entre un 10 a un 10% de las muertes que se producen cada año en los países desarrollados se deben principalmente a la vida sedentaria. Este estilo de vida puede gatillar con el tiempo problemas graves de salud en combinación con otros factores como la edad, los genes, estrés, tabaco, el aspecto nutricional, etc.
El realizar una actividad física en forma constante mejora el rendimiento cardiovascular ya que produce cambios metabólicos, neurológicos, hormonales y mejora la función respiratoria, nos mantiene en perfectas condiciones, ya que ayuda a nuestro organismo a estar activo y a nuestros músculos a mantenerse tonificados y fuertes